El Aragonito es un carbonato con fórmula CaCo3 igual que la calcita, siendo los dos un claro ejemplo de polimorfismo mineral. Pertenece al sistema ortorrómbico encontrándose como cristales pseudo hexagonales o como espeleotemas en cuevas.
Cabe decir que la procedencia del nombre es debido a que se dató por primera vez en el Río Gallo de Molina de Aragón.
Podemos encontrar aragonitos por todo el planeta, siendo los más conocidos los procedentes de España, sobretodo los encontrados en Cuenca (Minglanilla).
El aragonito es una piedra sanadora y terrenal que ayuda a asentar energías. Transforma la tensión geopática y limpia las líneas telúricas. Resulta muy útil en tiempos de estrés por su capacidad de centrar y asentar las energías físicas. Estabiliza los chacras base y de la tierra. Psicológicamente enseña paciencia y aceptación y, mentalmente, ayuda a concentrarse en el tema que se tiene entre manos, aportando a la mente flexibilidad y tolerancia. Físicamente, el aragonito te hace sentir cómodo y bien dentro de tu propio cuerpo y, espiritualmente estabiliza el desarrollo espiritual descontrolado así como te prepara para la meditación. Ideal el poder bañarte con su elixir o, en su defecto, sostenla sobre el lugar afectado. Debajo de la almohada combate la inquietud.
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